Me encanta el olor del sofrito
cuando me dispongo a hacer un guiso. Y no es que sea una experta cocinera, pero
hay momentos en los que la cocina me relaja. Debe ser porque son días en los
que voy sin prisas, en los que puedo disfrutar incluso de momentos de soledad
buscada con la única compañía de la cebolla cortada, de mis voces radiofónicas
favoritas y de mis pensamientos.
De esas tres cosas, ya sólo me
quedan los pensamientos, que van y vienen a su antojo. La soledad voluntaria
cada vez es más escasa; demasiadas responsabilidades a la espalda cuando un
biberón aparece en tu vida. Y de mis espacios radiofónicos, qué voy a decir… No
sé si ha sido Europa, Merkel, la prima de riesgo o las pagas extras… pero ya no
están, dejémoslo ahí.
Volviendo al tema culinario y
pasando del sofrito al frito más básico, hoy quiero “prometer y prometo” que
jamás volveré a temer a un huevo frito. Si puedo hacer unas ricas lentejas, una
tortilla de patatas que quita “el sentío”, seguro que consigo domar incluso a
dos “balls” al mismo tiempo, aunque todo mi cuerpo se ponga en alerta.
- Prometo que nunca más mi vista permanecerá fija en el aceite y la yema. La haré pasear suavemente por toda la sartén. Así, conseguiré además relajar mis ojos.
- Prometo que mi oído no se obcecará en aislarse para escuchar mejor el sonido del aceite. Prestaré atención a la mosca que vuela a mi alrededor, a los pajaritos de la ventana…
- Prometo que el tacto se hará fuerte, como yo. Nada de sensiblerías en cuanto le roce una simple gotita. Hay que estar al quite, darlo todo… y nada de dejar el cuerpo a un metro de distancia. Hay que “bailar pegados”, como diría Sergio Dalma.
- Prometo que el olfato no volverá a oler a aceite quemado. Mi huevo estará en su “calentito baño” el tiempo justo.
- Prometo, además, que nunca volveré a utilizar una tapadera de metal como escudo humano.
Y cómo no, puedo prometer y prometo,
que mis “patas” seguirán colgándose de la silla tras el primer bocado de pan
con yema de “ball” campero. Ummm (dedicado a los “abus del campo”)
Manda Huevos! XD
ResponderEliminarMiércoles, seguro que tú me entiendes!!! es mejor y más seguro convertirlos en tortilla!!! :))))
ResponderEliminarLos huevos son un misterio!
ResponderEliminarAna
Son muy tiernos al principio, pero luego salpican aceite y queman, ¡los muy huevones!! jajaja :D
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