Siempre me ha sorprendido la
capacidad que tienen los chinos para aprender de la noche a la mañana el
castellano. Un día fui a un “Todo a cien” (actualmente todo a 3, 6 o 10€) a comprar
un imperdible y entré en la tienda pensando las palabras correctas para describir
el dichoso artilugio. Lo cierto es que no recuerdo mucho de mi absurda conversación
con el tendero, pero sí podría describir los ojos del chinito (cuando alguien
me cae bien tiendo ponerle diminutivos) y esa boca sonriente diciéndome:
- “Ahhhh (en ese momento estaría
pensando que yo era boba), IM-PER-DI-BLE!! Pol aquí, pol aquí…”
Sentí entonces una de esas risas
nerviosas y silenciosas que te dejan mentalmente “con las patas colgando!!”,
mientras me imaginaba al chinito, con la chulería castiza que ya había hecho
suya, diciéndome:
- “también sé decil otolinolalingólogo
y supelcaliflagilísticoespialidoso, ahora vas… y lo cascas”, jajaja
Diferente es, sin embargo, lo que
ocurre en los restaurantes de nuestros nuevos compatriotas. Allí, además de
hablar bien el español, han aprendido a manejar a la perfección la picaresca
que tanto nos caracteriza.
- “lellenal, lellenal”, nos decía la
chinita y el chinito cuando quisimos saber por qué el vino de dos botellas
completamente idénticas era diferente: ni sabor, ni color… nada coincidía, sólo
la botella y su etiqueta.
La explicación, bien sencilla: “si la botella no
acabal, yo lellenal pala otlo cliente”. Y así, con total tranquilidad y una
súper sonrisa, nuestra simpática chinita acaba de confesar su “climen”,
provocando una carcajada general por su asombroso “humor amarillo a lo spanish”
(con cariño para los chinitos de la China).
Ja,ja, mu bueno Estre, ahora, me parece que esta semana en el chino tomaré agua, que también será de lellenal, pero espero que del grifo ;)
ResponderEliminarjajaja Rosa, no te preocupes, ya sabes lo que dicen: "lo que no mata engorda",jajaja Bss, gracias por pasarte por aquí y comentarme. Me alegra haberte sacado una sonrisita. :))
ResponderEliminarbuenisimo, ahora me rio pero menudo mosqueo pillamos. Bueno añado otra anecdita, cuando de pronto se abre la puerta de la cocina del restaurant oriental y vemos en el suelo un barreño ( de esos que se suelen usar para la ropa) todo lleno de pollo. Bueno tan lleno que algun trocito estaba en el suelo.
ResponderEliminar"Madle mia!! jajaja pues sí que se ven cosas extrañas en los restaurantes chinos. Eso del pollo da un poco de "repelús", pero seguro que luego, con el acompañamiento de una salsa agridulce, os lo comísteis tan panchos,jajaja Gracias por pasarte por aquí Isvape. Bss. ;)
ResponderEliminar