miércoles, 7 de noviembre de 2012

Mi pequeña pancita.



Como dice una canción popular de mi tierra: “eres más chica que un huevo”, quizás no de gallina, pero sí de avestruz. Te hemos visto en blanco y negro y aún así, soy capaz de imaginar tu carita de color miel, tus ojazos y tu sonrisa. Es increíble las ganas que tengo de que llegues al mundo, sobre todo, porque cuando te tenga en mis brazos sabré que todo ha pasado y he conseguido proteger tus primeros meses de vida. 

Estoy asustada. ¿Demasiado? No lo sé, supongo que a más de una madre habrá sentido esta sensación. La maternidad es lo más bonito del mundo, pero también lo más duro. Hay días que desearía poder volar alto, alto y allí, fuera de órbita, gritar con todas mis ganas y hasta decir tacos malsonantes, jajaja, echar alguna lagrimilla y terminar mirando hacia abajo sonriendo por lo feliz que soy de teneros. Me convertiría entonces en el ave más veloz del mundo (o en el último hombre RedBull) y bajaría en picado a daros los “besos de pueblo” más fuertes y sonoros del mundo. Pero como no soy ave ni tengo un súper cohete espacial, me conformo con respirar hondo, hondo y mirar a los ojitos del bichino (tu hermano, el valiente que soporta con paciencia mis "achuchones besucones").  Pronto podré compartir contigo esa sensación porque sé que rubia, morena, pelirroja o en blanco y negro, serás una gran personita y una persona gigante. Como dice la canción: “tan alta como la Luna”. 

( Mi pequeño tesoro De tus papis y tu hermanito, que ya intuye tu presencia al mirar mi pancita. TQ)

2 comentarios:

  1. Tus palabras hacen que tus relatos me atrapen, me hagan sentir cosas muy bonitas y, a veces, despiertan mis sentimientis más profundos.
    Fuiste como una mami genial (para mi), ahora eres una mama estupenda y pronto seras una super mami para tus fos preciosidades. Un beso

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  2. Gracias :-D Te espera un buen achuchón besucón, Jaja Un abrazo.

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