Vivimos tan atemorizados que hasta el
canto de un pájaro nos parece el “silbido en clave” de algún espía; tal vez del
vecino de al lado que últimamente se muestra muy callado y distante, como si
ocultara algo. Y para colmo de males, los Mayas y el fin del mundo rondan por
nuestras cabezas con extraña incredulidad. Nadie quiere apostar nunca por las
malas noticias. Enciendes la televisión y sólo hay crisis, manifestaciones y
pobreza; además de alguna famosa alemana bien alimentada y lo último de cierto
actor porno que se ha dejado embaucar por la golosa “falsificación de juguetes
eróticos”.
Inevitable es, por tanto, impedir que “el
caballero andante” conquiste nuestra mente y veamos gigantes y dragones donde
sólo hay bellos molinos. Eso debió pensar el pobre Colin Farmer, un
desafortunado invidente cuyo bastón de apoyo fue confundido con una peligrosa
espada Samurai. Dicen que fueron varios los testigos que llamaron a la policía
para denunciar a aquel “gigante” que rasgaba orgulloso su “espada” contra la
acera. Y de nada vale que nuestro desafortunado “molino” caminara “a pasito de
tortuga”, según sus propias palabras, para encontrarse con unos amigos en un pub
cercano.
Como me encantan los molinos, los de
La Mancha son espectaculares, hoy quiero dedicar mi entrada a este simpático
invidente. Quizás sea huraño y fiero, pero esa tarde en lugar de abrazos recibió
50.0000 voltios de un arma eléctrica. Se quedó sin amigos y sin birras, aunque creo
que recuperó su “espada Samurai”.
Bastón invidente y Samurai
Supongo que no habrá sido real esto que cuentas,:)
ResponderEliminarSaludos.
Jaja ya me gustaría decirte que no, pero el pobre Colin Farmer es de carne y hueso... De todas formas, después del tremendo susto y "las suaves cosquillitas eléctricas", está fuera de peligro. Todo un campeón!!!!
ResponderEliminarGracias por visitarme. ;) ohma. Un saludo.