viernes, 27 de julio de 2012

Mi "Caballero Oscuro".


Ahora que está de moda la “leyenda del Caballero Oscuro”,  os voy a hablar de uno que conocí hace algunos años. Era yo una joven doncella inocente, sola y asustada, que acababa de sufrir un inoportuno desmayo empuñando mi espada (en aquellos momentos, un micrófono de una televisión local). Estupefacto al ver mi rostro y mi cuerpo empapados y pálidos, mi fiel escudero no dudó en montarme en su potente carrocería (por aquel entonces, un Nissan Micra sin dirección asistida) y a toda velocidad puso rumbo al hospital de campaña. Allí, tras despojarme de ropa y pertenencias varias, me dejaron aislada y sin respuestas. Cabe señalar que el hospital era de financiación pública, por lo que pantalones, camiseta, bolso y material de trabajo fueron “cuidadosamente” amontonados en una elegante bolsa de basura de color negra.

Fue entonces cuando, como un espejismo provocado por alguna droga que me habían metido en vena, apareció él. Su elegante “armadura” de súper héroe era negra, lisa y llegaba hasta el suelo. En el cuello una delgada banda blanca a modo de collar de perro me dio mala espina, pero quise darle una oportunidad a mi inesperado visitante. De pronto, sus manos se acercaron a mi rostro y con voz susurrante me dijo algo de “está contigo…” No logré entender nada más porque estaba tan asustada que mi cuerpo entero se paralizó. Aquel personaje estaba dibujando una cruz sobre mi frente y me decía que alguien, al que yo no veía, estaba allí:

-“No estás sola, él está contigo”, insistía.

Y así, tal como vino, se fue. Sigiloso, dándome la espalda y sin despedidas. Si alguna vez vuelvo a verle, le diré:

-“Ande andará??!!” y me echaré unas risas, bien merecidas, “con las patas colgando”.

2 comentarios:

  1. Muy bueno! Ya no me acordaba de esta historia. Jajaja.

    Ana

    ResponderEliminar
  2. Gracias Ana!!
    ya te la volveré a contar en persona, con mímica es más divertida!!! :))

    ResponderEliminar